El cannolo siciliano es una de las especialidades de pastelería siciliana más conocidas en el mundo. Son un típico dulce tradicional, son barquillos fritos en forma de tubo precisamente “Cannolo”; rellenos de crema de ricotta de leche de oveja y pepitas de chocolate, finalmente decorados con azúcar glas y frutos secos troceados: pistachos, naranja confitada que se añaden al relleno que sobresale del barquillo.
La mejor época para disfrutarlos es durante el invierno, originalmente se preparaban para el carnaval con el paso del tiempo, la preparación ha perdido su carácter ocasional y
experimentó una difusión muy notable en el territorio nacional primero y en todo el mundo después.
El cannoli está incluido entre los productos agroalimentarios italianos tradicionales del Ministerio de Políticas Agrícolas, Alimentarias y Forestales. Se trata de una bondad única que tiene orígenes antiguos, que se remontan a los tiempos de la dominación árabe en Sicilia (del 827 al 1091) nacida de manos de las monjas de un convento.
La Cuenta la leyenda que el cannolo se originó en Caltanissetta, cuyo nombre en árabe significa "castillo de mujeres"; en la época de la dominación árabe, los emires poseían un harén repleto de mujeres y éstas, para satisfacer sus placeres, se dedicaban a la preparación de multitud de platos, entre ellos los cannoli. Con la llegada de los normandos, los harenes se vaciaron y la población se convirtió al cristianismo. Pero la tradición culinaria árabe se mantuvo y los cannoli se siguieron produciendo en los conventos de la ciudad de Caltanissetta, convirtiéndose en el postre a preparar en todas las ocasiones.
Hoy, junto con la cassata, son los dulces sicilianos más famosos del mundo. Los cannoli sicilianos son un clásico de la espléndida repostería siciliana y durante las fiestas navideñas nunca faltan. El cannolo es también el regalo por excelencia que los sicilianos traen a amigos, parientes, simples conocidos cuando van
fuera de la isla y a veces sorprende ver llegar dos paquetes separados, uno con las obleas y otro con el relleno.
Los auténticos cannoli no llevan capa de chocolate en la oblea y sobre todo se rellenan al momento para no ablandar la oblea; por lo tanto en el clásico no lleva chocolate en su interior, que sirve de aislante en caso de que los cannoli se transporten ya rellenos. En el cannolo siciliano original la protagonista es la ricota de leche de oveja. En las zonas de Catania y Palermo, la tradición dice que se utiliza como relleno. En realidad la belleza de Sicilia reside en sus mil rostros que se vuelven
diferentes características y declinaciones, tanto culturales como tradicionales. También se puede encontrar con pistachos picados y almendras, obviamente con fruta confitada, con y sin gotas de chocolate, por lo que la originalidad pierde esa característica de exclusividad y se convierte en una interpretación territorial.