Los vegetales más fragantes, coloridos y hermosos del mes de verano son pimientos. Contienen muy pocas calorías y muchas virtudes. En Sicilia es creencia de muchos que la única forma de disfrutarlos en su mejor momento es prepararlos rellenos y, posteriormente, freírlos. Los pimientos rellenos en la mayoría de los casos cchiananu y scinnunu, es decir, actúan como ascensor en un altibajo que dificulta la digestión. ¿Cómo reducir la sensación de pesadez? No todo el mundo sabe que una vez retirada la película que los recubre, las molestias disminuyen considerablemente.
Pero los pimientos son deliciosos cocinados de cualquier forma: con pasta, con patatas en sopa, en cuscús, con arroz, con pollo... y qué tal la peperonata! Las cocidas al horno, las mismas que nuestras fruterías exhiben cada tarde de verano en su putìa, se convierten en la base de maravillosas ensaladas.
Pimientos rellenos: variaciones
Pero volvamos a esos muttuados. Hay dos recetas con pimientos rellenos en Sicilia: con carne y con passolina, piñones, alcaparras y sardinas saladas. En estos últimos los hay que sustituyen las sardinas por salami, los hay que ponen aceitunas, los que ligan con huevo batido, etc. Siempre hay abundancia de queso pecorino o caciocavallo, tanto rallado como en trozos. Y, además, el pan rallado (a muddica), tostado (atturrata) o no, es obligatorio.
De estas dos preparaciones nacen diversas versiones. Naturalmente, todos son excelentes y requieren moderación al comerlos, especialmente si elige freírlos.
Mi abuela cocinaba pimientos rellenos de arroz, sazonados con tomate picado y albahaca o simplemente con un poco de salsa blanca. La madre los prepara a ambos de estilo Palermo, relleno con carne picada ([_ 0127_5] CapeLiata En la variante más ligera con sabores de la isla. Así que yo también. Casi siempre cocinados al horno, se rellenan enteros o cortados por la mitad como barquitos.
Diviértete y recuerda que la cucina dei ripieni tiene una tradición muy importante, a ser redescubierta y apoyada en cada momento histórico.
¡Pónganse al día, amigos! ¿Tienes sobras de risotto, pan, queso, papas hervidas, albóndigas, carne hervida, algunas salchichas cocidas? ¿O tienes que conformarte solo con huevos, hierbas, pan rallado o la típica lata de atún? Bueno, los pipis apagados, aunque se desvíen del original, son para ti.
Y aquí una versión más especial con tomates secos hechos con nuestras manos.
Ingredientes para 4 personas)
- 4 pequeños pimientos amarillos y posiblemente de base cuadrada (para que se pongan de pie)
- 6 rebanadas de pan duro o pan de molde
- 1 cebolla blanca grande
- 4 filetes de anchoa en aceite
- 30 tomates dátiles
- 8 tomates secos en aceite
- 1 cucharada de alcaparras desaladas
- 200 g de sal de primera cortada en cubos
- 100 g de Grana Padano rallado
- un manojo de menta
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal y pimienta negra al gusto
Procedimiento
Lavar los pimientos y quitarles la tapa. Vaciarlas quitando los filamentos y las semillas, espolvorear el interior con sal y dejarlas boca abajo.
Limpia la menta y deja que se seque bien. Lavar los tomates cherry, trocearlos y ponerlos en un colador con sal, para que pierdan el exceso de agua. Déjalos reposar durante media hora, luego transfiérelos a un tazón con un diente de ajo aliñado y machacado.
Cortar los filetes de tomate seco en trozos pequeños y picar las alcaparras con un cuchillo.
Retira la corteza del pan y córtalo en cuadraditos. Picar la cebolla y dorar en una sartén con el aceite y las anchoas troceadas. Luego agrega un par de cucharadas de agua para desglasar. Remueve a menudo para que las anchoas se derritan, en cuanto la cebolla se ablande añade el pan: tendrá que absorber el líquido del fondo y luego tostar, pero suavemente para que la cebolla no se queme. Dejar enfriar. Encender el horno a 190° en modo estático.
En este punto creamos el relleno amasando con las manos: en un bol añadimos el pan, los tomates escurridos nuevamente de su líquido y sin el ajo, los tomates secos[ _0127_5_1], la hierbabuena picada gruesa, la primera sal, la grana y un pimienta molida. Sazonar con sal y añadir un chorrito de aceite para ligar mejor (quizás el de los tomates secos si es tan sabroso como el nuestro).
Procurar que el relleno sea una masa bien compacta.
Rellenar los pimientos y terminar con un chorrito de aceite.
Colócalas en una fuente de horno engrasada, con sus tapas colocadas al lado. Cocínalos cubiertos con papel aluminio durante 15 minutos. Luego, destapa y continúa cocinando por aproximadamente 30 minutos.
Por supuesto, puedes optar por freírlos.
Deja reposar por 10 minutos y sirve acompañado con papas al horno; las hemos aromatizado con nuestras hierbas.
En cambio, puedes rodearlos con una ensalada mixta hecha especial por el pan sobrante. ¿Venir? Picar la corteza y convertirla en pan rallado grueso tostado (muddica atturrata), al que se le pueden añadir almendras tostadas, también picadas. Agrégalo todo a tu ensalada.
Pero, si te apetece un buen plato de espaguetis condimentados a tu gusto, este crumble (como lo llaman los anglosajones) realzará tu receta.
N.B. recuerda que los pimientos asados no se pelan antes de cocinar, sino cuando se sirven en los platos.
Buen provecho en nombre de la tradición milenaria y el calor familiar.